Por Virginia Zaracho
En un artículo publicado en “The Economist” se analiza en líneas generales la política monetaria llevada adelante por el gobierno de la República Popular China, quien interviene tanto en el país como en el extranjero para apuntalar al yuan, al tiempo de aumentar los controles en la salida de capital. Según sostiene la evaluación del éxito de la estrategia llevada adelante en este campo, pone en escena dos interrogantes. Por un lado, surge el interrogante de si la estabilidad de la moneda continuará cuando la Reserva Federal de Estados Unidos aumente la tasa de interés. En este marco, los analistas consultados coinciden en señalar que la FED actuaría con cautela luego de producirse los aumentos anunciados y esperados en junio y julio. En este contexto, el yuan podría debilitarse pero es poco probable que caiga. Y ello es una buena señal ante el miedo de que una inminente depreciación llevara a una nueva salida de capitales.
Por otro lado, aparece la pregunta de si el gobierno del gigante asiático abandonó el objetivo de reformar la moneda. Al respecto el artículo manifiesta que el yuan sólo fue parcialmente liberado. Desde agosto de 2015, existe un nuevo mecanismo de tipos de cambio en el país, que establece un nivel diario del yuan frente al dólar en torno al cual el primero puede moverse hacia arriba o hacia abajo en no más del 2%. La novedad radica en que ahora se basa en dos factores: del tipo de cambio al cierre del día anterior y el valor de una canasta de monedas, no sólo el dólar. Y este sistema, si es aplicado en su totalidad, daría mayor protagonismo a las fuerzas del mercado. Sin embargo, aún es el Banco Central quien tiene un rol decisivo en la designación del tipo de cambio, estableciendo la tarifa diaria y eligiendo si es deseable centrarse en el dólar o en la canasta de monedas.
Finalmente, el artículo concluye que si bien el Banco Central apenas ha cedido el control del tipo de cambio, en su conjunto, el sistema de control de la moneda ha comenzado a ganar credibilidad ante los ojos de algunos analistas y operadores.
ARCHIVO: China pone fin al proceso de liberalización de su moneda